Presidente y Dir. General: Jorge Kahwagi Gastine
La Ciudad de México se encuentra desde hace varias semanas en color naranja, pero con "alerta", del semáforo epidemiológico; sin embargo, esto no detiene a capitalinos que buscan dónde bailar.
Como "llamados a misa" es como llega el mensaje de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a algunos capitalinos, a quienes reiteradamente les pide mantener las medidas más sencillas para evitar contraer el virus SARS-CoV-2 y que esto impida un aumento en las hospitalizaciones. Sin embargo, ni las bajas temperaturas últimamente registradas en la capital del país han encerrado a algunos de sus habitantes, que buscan cualquier callejón o lugar libre para el baile y entrar en calor.
La noche del pasado jueves, Crónica estuvo en la organización de un baile en uno de los callejones del Parque de las Vizcaínas –que se ubica a unos metros de la Agencia de Innovación Digital del gobierno de la ciudad–. A ritmo de salsa y cumbias, hombres y mujeres, de entre 45 y 70 años, bailan sin cubrebocas, pegaditos.
La Ciudad de México se encuentra desde hace varias semanas en color naranja, pero con "alerta", del semáforo epidemiológico, y con un posible anuncio de cerrar nuevamente actividades no esenciales, si el número de hospitalizaciones crece.
"No va a pasar. Ya dijeron que a lo mejor hasta después Del Buen Fin", comenta Miguel Ángel, de 55 años, quien no teme a los contagios.
Se le pregunta a él y a su pareja, una mujer de 50 años de edad, si ya se vacunaron contra la influenza.
"No", responden ambos y siguen bailando.
Son las 21:00 horas, en la longitud del callejón se pude calcular que hay alrededor de 80 personas. La temperatura ha descendido a los 9 grados centígrados. Las parejas no llevan suéter o chamarra.
Son los días jueves, viernes y sábados que decenas de personas buscan un lugar para bailar al aire libre.
En el Parque del Buen Tono, a mediodía de los sábados, el espacio luce saturado.
Es la misma escena que se repite en el Jardín de Regina y Bolívar. Personas de las comunidades afro se dan cita para bailar, y se exhiben igual: sin cubrebocas, una barrera que puede ayudar a propagar la enfermedad del COVID-19, que en Europa está cobrando severos estragos en su rebrote.